En esta era de tiendas de autoservicio, mercados saturados, el acceso a Internet y clientes cada vez más exigentes, el diseño cuidadoso del punto de venta se ha convertido en un factor de éxito crucial para los minoristas.
¿No te ha pasado que entras a una tienda y quisieras quedarte todo el día? Pues te confieso que a mí sí. Quizás no todo el día pero me gusta ver cada rincón con cuidado, sin prisas, porque además de ver cosas interesantes, el espacio es muy hermoso y huele súper bien.
Del mismo modo que te gusta encontrar lugares que se preocupan por el diseño, la iluminación, ambientación y organización de los productos, ofreciendo una experiencia diferente y placentera, así mismo debes esmerarte para recibir a tu cliente.
El diseño de la tienda puede ser una herramienta de posicionamiento muy efectiva.
Aspectos claves para el diseño de la tienda que mejoran la experiencia de compra.
1. Entrada:
Al ingresar a la tienda, los clientes necesitan un poco de tiempo para orientarse en el nuevo entorno. Deben adaptarse a los diversos estímulos con lo que se van a encontrar.
Algunos ejemplos de estímulos son:
- La variación en la iluminación y la temperatura.
- Las señalizaciones.
- Los colores y olores.
- Otros compradores.
Con estas premisas un aspecto importante de resaltar es que debes evitar colocar los carritos y cestas en esta área de transición porque posiblemente el cliente no las verá. Además, colocar mercancía.
2. Recorrido del cliente:
Aunque el comportamiento del cliente para caminar obviamente varía de una tienda a otra, hay ciertos patrones que son bastante consistentes.
Investigaciones recientes sugieren que el cliente podría procesar mejor la información si la entrada estuviera a la izquierda de la tienda, en lugar de a la derecha.
Es oportuno mencionar que el cliente evita pasillos estrechos y prefiere permanecer en el piso al que ingresan. Por esto, excluye en tu diseño de tienda los pisos superiores e inferiores.
3. Manejo de exhibiciones:
Tú puedes hacer que los clientes consigan los productos que buscan en donde ellos lo quieren ver y de la forma que quieren.
Según Claus Ebster y Marion Garaus, tres niveles son generalmente reconocidos como favorables para la colocación de los productos y lograr ventas: el nivel de los ojos, nivel de las manos y nivel de las rodillas. El nivel con mayor impacto es el nivel de los ojos.
Una manera más de brillar es tener exhibiciones atrayentes, aplicando exhibiciones horizontales y verticales, destacando con caras los productos de mayor rotación y rentabilidad. Igualmente, organizar los artículos según afinidad de uso.
La iluminación también juega un papel fundamental porque tiene el poder de cambiar tonalidades de colores de manera positiva y negativa, formas, volúmenes, percepción. Es una herramienta esencial en cualquier exhibición (lo que no se ve, no se vende).
La confusión de los compradores puede matar una venta, por lo que puedes ayudarlos a encontrar su camino, todo el camino hacia la caja registradora.
4. Atención del personal:
Aun cuando el diseño de la tienda sea el mejor no podemos olvidar que tratas con personas y se debe conservar ese contacto.
Es importante que el personal de ventas salude a los clientes, los guíe a través de la tienda, se interese por sus necesidades, ofrezca o señale los productos que les pueden gustar. En general, mantener a los clientes felices y con ganas de comprar.
Una forma de hacerlo es mantener pasilleros con conocimientos de los productos para que pueda orientar de la mejor manera a un cliente. En los establecimientos que son muy grandes no es tan fácil esta tarea pero el personal de ventas debe tener una idea global de la distribución de los productos.
5. La música y uso de aromas:
Incorporar fragancias o música a tu tienda logra mejorar la experiencia del comprador y conectar con ellos en un nivel emocional, que facilita la representación de la marca en su mente y crea asociaciones que activan directamente las emociones, los sentimientos y las experiencias.
6. Gamificación:
Es una forma de aprovechar esa predisposición que tienen las personas hacia la competición y el juego, para convertir determinadas tareas en algo más divertido. Además, puede utilizarse con el objetivo de fidelizar clientes.
La idea es proponer al cliente “juegos” para ganarse un premio. Ejemplos de gamificación pueden ser la ruleta, ciclón, encuestas, realidad virtual, hay muchas formas de sacarle partido a esta técnica. En función al espacio disponible puedes incorporar esta experiencia en tu piso de ventas.
Usando esta información tú puedes crear experiencias memorables para tus clientes que diferencien a tu tienda de la competencia, logrando compradores satisfechos y leales.
Si quieres más información sobre formas de generar tiendas más atractivas y rentables, no puedes perderte nuestras próximas publicaciones.